27 de octubre de 2009
9 de octubre de 2008
Jeff Wall
Aunque el cuerpo pueda hundirse en el espacio de la representación, y la mirada sea cautivada por la calidad plástica de las fotografías, la imagen no desborda, guarda su distancia frente al espectador. Pese a las características físicas de la obra (dimensiones y calidad plástica), que invitan a establecer una relación directa entre esta última y su cuerpo, el espectador no se abandona a una experiencia exclusivamente física, de seducción, sino también a una experiencia reflexiva. El artista nos enseña a mirar. No hay com-pasión, no hay proyección, tan solo la experimentación.
Cada foto está nutrida o trabajada a partir de obras maestras de la historia del arte, fuente principal del artista. Sin embargo, Wall rechaza la cita evidente, prefiere la alusión, la distorsión de sus fuentes. Para citar sólo dos ejemplos, A Sudden Gust of Wind hace referencia a Ejiri in Suruga Province (a sudden gust of wind) del pintor japonés Katsushika Hokusai y Picture for women (1979) a la obra Bar aux folies bergères de Edouard Manet.
(Ampliar imagen)
Este Artista presenta fotografías de formato grande iluminado por atrás, son fotografías « Cibachrome », dichas también Ilfocrhome. En que consiste el cibachrome ? La plata destruye todos los colores inexistentes dejando aparecer solamente los colores existentes con una calidad y una saturación de colores excepcionales gracias al colorante de alta calidad incluido en el soporte. Es la razón por la cual la pigmentación de esos colores está garantizada por 50 a 80 años. Los UV no alteran esos colores.El procedimiento que emplea es revelar, primero, la fotos en papel transparente y formato grande, para luego ponerlas sobre un tejido blanco y así permitir acentuar la luminosidad, y finalmente las coloca dentro de un enorme cajón-marco con iluminación eléctrica al interior - una técnica que recuerda la pantalla cinematográfica o/y paneles publicitarios.
Wall nos invita a una mirada reflexiva, sus imágenes mantienen la mirada expectante. El ojo debe leer. Un ojo atento, que la lectura de la imagen agudiza. No es una evasión, no es un viaje de exotismo: se trata de experimentar otra realidad, Wall es un verdadero demiurgo. A través de sus fotos, nos transmite su visión del arte. Cada una de ellas es un elemento del “manifiesto” de este artista canadiense (1946) que vive y trabaja en Vancouver, y cuya obra figura entre las galerías neoyorkinas más reconocidas.
Así que su “primer acto creativo” consiste en “no fotografiar nada”, es decir, “abstenerse de capturarlo, aunque sí experimentarlo, atestiguarlo, sea lo que sea”. Luego, Wall emprende un proceso “reconstructivo o constructivo”, en el que busca la manera de que la experiencia tenida en torno al tema halle la forma de convertirse en una imagen.
“Hay cosas que cambian. Por ejemplo, algunos de los temas (de sus fotografías), tal vez hayan sucedido en equis lugar, pero los fotografié en otra parte. Seguido regreso al lugar donde vi todo y pienso: ‘bueno, quizá puedo trabajar aquí’; sin embargo, el sitio ya no me parece el adecuado. En el proceso de reconstrucción desarrollo una especie de libertad artística para recrear el acontecimiento. “Mi objetivo al hacer esos cambios tiene que ver con dar cuenta de cómo fue experimentado el hecho. La transformación que sucede, ya sea reconstrucción o montaje, busca hacer lo que considero una buena imagen”.
Una imagen puede generar emoción a partir de su composición, sus tonos, la relación de formas, etc.... La figura tal vez sea sólo parte de esa construcción del sentimiento. Así que me interesa una relación emocional entre el cielo y el horizonte, entre un tono oscuro y otro más claro, entre un elemento vertical y uno horizontal”.
5 de octubre de 2008
4 de octubre de 2008
Arte accidental:
Veo fotografías por todas partes, como nos pasa a todos; vienen del mundo hacia mí sin que yo las solicite; son sólo "imágenes"; su modo de aparición es heterogeneo [...] Me di cuenta de que algunas provocaban pequeñas celebraciones, como si aludieran a un centro inmóvil, a un valor erótico o lastimado sepultado dentro de mí mismo....
Roland Barthes, Camera Lucida
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15 de julio de 2008
Hiroshi Sugimoto
El trabajo de Hiroshi Sugimoto (Tokio, 1948) constituye un deleite visual que se sustenta entre el alto nivel técnico de la imagen y su relación con un profundo sentido estético. A partir de la experimentación con nociones como espacio, tiempo, movimiento o abstracción, Sugimoto estudia la capacidad expresiva y estética de objetos tridimensionales y sus posibilidades visuales como elementos descontextualizados razón que le obliga, como ha dicho siempre, a no dar por terminada ninguna de sus series porque cree firmemente en la necesidad de seguir trabajando en ellas a lo largo del tiempo.
Viajero incansable, su trabajo se basa en dos máximas: buscar la perfección técnica y mirar siempre más. Las series en las que se ha embarcado hasta ahora repiten motivos a lo largo de todo el mundo, en un intento de apresar el tiempo, la idea primigenia, los cambios imperceptibles de la naturaleza... sólo posible a través de un depurado proceso mecánico.
El fenómeno de la percepción humana, relentizado para entroncar directamente con nuestra mente.
Dioramas:
Los dioramas de cera, comenzado en 1976, es una reflexión sobre el modo de eternizar al hombre, su evolución y sus momentos memorables. Las figuras vuelven a la vida al presentarse como escenas reales, pero quedan paralizados en las instantáneas, muriendo en la fotografía, comenzando de nuevo el funeral.
Theaters:
La serie de teatros de los años veinte y treinta, y que continúa con la de los auto-cines (desde 1978), recoge claramente la influencia de Carl Andre (Quincy (Estados Unidos), 1935) o DanFlavin (Nueva York, 1933 - Wainscott (New York), 1996): un rectángulo blanco central, que no es otra cosa que la captación de la proyección completa en la sala a oscuras. Captar todo, y al final no queda nada, sólo el brillo de la luz. Espacios que se repiten con ligeras diferencias en las sombras y en el brillo de la pantalla.
Un detalle, por los larguisimos tiempos de exposición de sus imagenes, se puede ver detras de la pantalla de este autocine, la ruta de los aviones (increible)
Sea of Buddhas
1.000 Budas Budhisattava Kannon de Kyoto
Architecture
La Torre Eiffel, el World Trade Center, el edificio Chrysler o el Empire State, entre otros, aparecen como una nebulosa. Sin ningún tipo de alusión a su entorno o a la vida que les rodea, estas fotografías remiten al proyecto mental del arquitecto, sin fallos, sin detalles superfluos.
Fashion:
Conceptual Forms:
Seascapes :
http://www.sugimotohiroshi.com/